Cuando se empezó a articular el discurso a favor de la gratuidad de la música uno de los argumentos esgrimidos con más fuerza era el de “regalar discos es un modo de promocionar la música y obtener más conciertos”. La teoría se redondeaba con una entusiasta conclusión: “a partir de ahora los músicos volverán a ganarse la vida tocando y no con los CDs que vendan”.
Bueno, pues quizá no sea tan así. Mientras haya que pagar billetes de avión, habitaciones de hotel, gasolina para las furgonetas, los grupos han de calcular si les es rentable tocar en España, el último rincón de un continente en recesión económica. A principios de década éramos el destino predilecto de las bandas extranjeras debido a los delirantes cachés que pagaban los festivales en salvaje competencia, los generosísimos ayuntamientos y esas marcas dispuestas hasta a construir una sala de conciertos para colocar su logo donde fuera.
Cada semana descubres una docena de artistas cuyas giras han pasado de largo al no tener seguridad de cubrir la inversión
Hoy los promotores de conciertos ya no pueden arriesgar como antes y los grupos tampoco cuentan con el ‘tour support’ (presupuesto de las discográficas para que las bandas promocionasen sus discos con conciertos). Ya nadie entiende hoy las giras como una siembra necesaria para entrar en un mercado y, en un futuro, recuperar pérdidas con la venta de discos. Hoy una gira ruinosa puede ser la tumba de un grupo.
Si hace sólo tres años el calendario de conciertos estaba repleto de grupos de todos los tamaños, hoy lo pueblan bandas con un sólido público y que no suponen riesgo para el promotor local (!!!, 2 Many DJs, LCD Soundsystem, Danko Jones, Scissor Sisters, Interpol, The Swell Season…), algunos grupos del momento (The Drums, Vampire Weekend, MGMT…) y, claro está, todos los que jamás olieron ni de lejos la profesionalización y siguen entendiendo las giras como un riesgo y placer indispensable. Estos, afortunadamente, nunca dejarán de existir.
Para calibrar la salud de la agenda de conciertos de un país sólo hay que espiar la del vecino. Y en los últimos meses han dejado de atravesar los Pirineos Robert Forster, Bonnie ‘Prince’ Billy & The Cairo Gang, Laura Veirs, Killing Joke, Grinderman, Modest Mouse, Paul Heaton, Plan B, Joanna Newsom, Manic Street Preachers, Johnny Flynn, Robert Plant, The Low Anthem, The Felice Brothers, Of Montreal, The Holmes Brothers, Joe Jackson, Daddy Yankee… La lista es interminable. Cada semana descubres una docena de artistas cuyas giras han pasado de largo al no tener seguridad de cubrir la inversión, un promotor dispuesto a arriesgar por ellos, atractivo suficiente para cazar a un patrocinador o, ya como último recurso, alguna garantía de que viajar a España significará vender algún disco más aquí.
Tras años de falsa bonanza y overbooking de conciertos y festivales, es muy posible que retrocedamos a la situación de finales de los años 80, cuando sólo catábamos giras de artistas ya consolidados en España. Las giras europeas de 30 fechas hoy son giras de dos semanas. Y la península ibérica tiene todos los números para ser eliminada del recorrido porque ha desaparecido el verdadero gancho: aquellos deslumbrantes cachés. España nunca fue un país con un elevado consumo discográfico comparado con el resto de Europa, pero hoy nuestras cifras son aún más míseras. Es un efecto colateral de la devaluación del disco como objeto de comercio entre autor y consumidor. Estamos volviendo a desaparecer del mapa.
Lúcido diagnóstico Dr. Cruz, como de costumbre
qué hacemos ahora? Resignarnos a una lenta muerte por inanición o sugerirle alguna idea fresca a políticos, marcas y/o programadores culturales?? Si existe remedio para nuestra enfermedad… Cual recetaría usted, doctor Cruz? :)
Un baño de dura realidad viene estupendamente: Hace desaparecer la costra pública del exceso hortera, nos hace indagar más y fíarnos menos de las interesadas opiniones de medios, marcas e incitadores de tendencias varias, nos obliga a fijarnos más en el contexto musical cercano, lo cual acaba por estimularlo; nos permite tener la excusa de viajar de nuevo a otros lugares en busca de un concierto: total, me cojo un vuelo de cuatro duros y me planto a ver a Joe Jackson en Kasakristo…
Ya tengo ganas de ver que es capaz de ingeniar el personal en forma de carteles fotocopiaos. A la mierda los colorines: luto riguroso y sopa de ajo.
No sé, yo creo que voy a recordar Rapidshare, Megaupload y similares como una de las revoluciones musicales básicas que me ha tocado vivir. Si la industria y los grupos no saben aprovecharla, que sigan dándole vueltas. La situación anterior, con discos a precios exorbitantes, también era bastante injusta. A mí me conmueve pensar en todos esos fans de la música que están construyendo la fonoteca universal digital sin compensación económica alguna, dando la posibilidad de disfrutar millones de canciones a gente que ahora no tiene dinero para discos ni para entradas. Puede no ser lo mejor para todos, pero la cultura se defiende compartiéndola. Me gusta la claridad del artículo y la abundancia de ejemplos. En todo caso, creo que a Bonnie “Prince” Billy hay varios promotores españoles persiguiéndole hace años y él ha pasado de venir en unas cuantas ocasiones. Sin ir más lejos, la gira de “I See A Darkness” en el 2000 (o por ahí) pasó por Oporto, pero no por Madrid y Barcelona. Es cierto que la situación para los músicos se ha hecho más hostil ahora, exactamente como la del noventa y muchos por ciento de los trabajadores, incluyendo promotores, periodistas, camareros y quiosqueros. Cada uno tenemos que buscar nuevas soluciones para tirar adelante (si es juntos, mejor que solos). El artículo tiene mucho sentido como refutación de la frase “a partir de ahora, los músicos volverán a ganarse la vida tocando y no con los CDs que vendan”. Es cierto que no va a pasar con todos, pero sí ha pasado con bastantes. No creo que nadie vaya a encontrar soluciones tan sencillas como un eslogan. Cada tipo de artista tendrá un tipo distinto de apaño.
Dicho esto, hay que reconocer que sobran ejemplos de parte de la tesis del autor. Ahora mismo he abierto la web del New Musical Express y la minigira de PJ Harvey no arriesga con España: https://www.nme.com/news/pj-harvey/53359
Yo creo que también es importante remarcar que los sueldos en nuestro país no son ni de menos los del país vecino. Ni la cultura de culturizarse. Diferencias hay y son muy notables.
¿Como saber si esos grupos no pasan por una cuestion economica o por uno de esos contratos de megafestivales que dicen ” por aqui no pasas antes ni despues de tocar en el festival”?
Ejem: Fui a Paris a ver a Pixies porque no pasaban por aqui con la gira de doolitle y a los 2 meses me entero que tocaran solamente en el Primavera Sound.
para mi lo más grave del asunto no es tanto el asunto de los conciertos. A mi lo que me da mucha pena es que en los últimos años y por los tiempos que vendran, será muy dificil disfrutar de otro tipo de artistas, de esos que sacan discos pero nunca quisieron salir de gira. De grupos que necesitan de los gastos de un estudio, de musicos de estudio, etc para hacer sus discos. Ahora pienso en lo dificil que seria que un sello apostase por un grupo como Le Mans, que no tocaban en directo. Eso es lo que de verdad nos vamos a perder con ésto de la industria en directo como única industria.
la musica en directo no es la unica industria, un grupo como Le Mans, que no hacia directos, sera viable mientras sea capaz de vender algo, antes venderia el soporte de su musica (LPs, CDs…), ahora que nadie da un duro por ese objeto, sobre todo aqui, pues hay que pensar en otros objetos que el fan de LeMans (o similar) pueda estar interesado en tener y pagar por el: camisetas, polos, tablas de surf, cuadernos para el cole, pegatinas, imanes para la nevera, pins, condones, manteles, toys, cenas con sus fans… hay millones de posibilidades y no son mucho mas absurdas ni necesariamente mas feas que el objeto que antanyo servia como soporte para su musica
un abrazo a los fans del vinilo
La mayoría de gente interesada en la música coincide en que el funcionamiento de la industria musical hasta hace cinco años era injusto, infame, mafioso, feudal y muchas cosas más. Pero eso no significa que el sistema que lo está suplantando sea perfecto. Tras un primer momento de euforia empiezan a verse los efectos colaterales. Yo no entiendo tanta fe ciega en una ‘revolución en periodo de pruebas’ así que creo que debemos ponerla en tela de juicio con la misma severidad con que criticamos el antiguo regimen para intentar ajustarla (o sea, hacerla más justa) mientras sea posible.
No tengo tan claro que esa sequía de conciertos hacia la que nos encaminamos tenga que ver de forma tan directa con la caída de la venta de música. Creo que ha habido un desajuste entre el hambre de directo de ese aficionado que sólo recurre a los torrents y rapidshare y la manera de gestionar sus recursos que han utilizado los promotores. Los cachés desorbitados, sin reparar en la capacidad real de consumo de España, me huele que ha hecho más daño que la desaparición de los “tour support”.
otra gira que pasa por Riga, Wroclav y Drammen, por ejemplo, y no por aquí: https://younggodrecords.com/LiveShows/Detail/?C=2339
Lista de artistas que me interesaban mas o menos que han pasado por Madrid a precios inferiores a diez euros este ultimo mes. Ejem.
Mathew Jonson, Balmorhea, Ty Segall, Mark Pritchard, Debruit, Optimo, Sun Araw, Zombie Zombie, El guincho, Ultralid, Joy Orbison, Quiet American…