Fòrum 09. Alfredo Costa Monteiro
Músic i artista visual
“La escucha, una forma de resistencia”
Es evidente que nuestra relación con la música esta cambiando […]. Se están vislumbrando transformaciones que parecen inevitables y que afectaran de manera radical la forma de entender la música. Entre otras cosas, asistimos a un sutil desplazamiento semántico del acto de escuchar, que se está fundiendo con el de oír. Poco a poco, la diferencia que existe entre estas dos funciones se esta acotando, porque cada una de ellas no nos exige el mismo esfuerzo. Disponemos de herramientas cada vez mas numerosas para consumir i producir música, aparentemente nos hemos acercado a ella, sin embargo me parece que nos estamos alejando y como prueba basta observar nuestra relación con la escucha. Vivimos un proceso de disolución, de desenfoque auditivo, de atrofia del oído, pero como todo esto parece ser democrático, entonces lo aceptamos. Pero de que estamos hablando, ¿de entretenimiento o de creación? […] Me preocupa cuando hablamos de creación porque es posible que estos mecanismos acaben por afectar a un arte que parece haber entrado en fase de supervivencia. La música, ya en su gran mayoría, es un arte del ocio, pero a la que no pretende serlo, parece que se le está negando cada vez mas su potencial creativo. El acto de escuchar ya no es exclusivo, el tiempo dado al descubrimiento de la música es compartido con otras actividades. ¿Cuantas personas se detienen realmente a escuchar el trabajo de un músico? Quiero decir, ¿le ofrecen el espacio adecuado que se merece? ¿Es todavía posible escuchar música sin estar haciendo otra cosa? […] Para mí, el tiempo musical es diferente del tiempo científico. El sistema sonoro lo inmerge en otra temporalidad que se expande, se dilata y se convierte en resonancia, en vibración interior. El cuerpo como receptáculo sonoro. En esta temporalidad, la noción misma del tiempo se pierde o se diluye. Pero, a pesar de esa pérdida de referentes temporales, siento que el tiempo musical no se vive de manera pasiva sino que se atraviesa, cada sonido puede ser vínculo de información pero solo si sabemos escucharlo. Con eso quiero decir que el espacio de la escucha […] puede tener suficiente fuerza como para reinterpretar la realidad, puede ser una forma de tomar conciencia de nuestra realidad fenomenológica a través de este flujo temporal, de alguna forma que cada oyente esté más presente en su propio presente. Sería un intento de ralentizar esta enorme aceleración de la realidad que todos vivimos aparentemente sin defensas. Una forma de resistencia para que actuemos sobre el mundo, en vez de verlo pasar, para que justamente el ruido del mundo se pueda convertir al fin en música. Acabaré con una anécdota, hace tiempo regalé un CD mío a un amigo que tiene una hija de 10 años. Después de haber escuchado el CD con su padre, la niña dijo: esta música es diferente, hay que escucharla.
(resum escrit a Nativa 49_ Jac Cirera)
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