Aquesta cita es publica originalment a Bagdadcafebcn
«Posiblemente, la reivindicación más importante que puede hacerse desde una tradición de izquierdas, hoy en día, (y si no es la más importante, es sin duda una de las más importantes), es precisamente el reclamar el concepto de educación permanente. Concepto de educación permanente lleva implícito algo que quizá sea más importante, más radical, y es el concepto de que el saber que se enseña, y el proceso a través del cual se enseña, en un saber que tiene valor por sí mismo, y no como instrumento al servicio de la producción.
Desde esa perspectiva, la difusión de los objetos específicos que constituyen la cultura artística solamente puede ser fructífera en la medida en que avance acompañada de progresos en el campo de la educación permanente, en el campo de la transmisión permanente del saber. Esto rebasa, necesariamente, el marco de la enseñanza institucionalizada (…) Esa es, precisamente, la condición previa y necesaria para mejorar las premisas de acceso de esos sectores enormes de la sociedad a la experiencia artística, a la experiencia estética. Que es, y vuelvo a insistir en ello, sobre todo, una experiencia de objetos creados por otros hombres, que constituyen la precondición para que uno pueda pensar libremente y crear. Lo que no se puede transmitir es la fuerza de la creación. La creatividad pertenece al dominio de lo individual, constituye el dominio de lo que es personal e intransferible, y por lo tanto está excluido por el concepto mismo de cultura: porque la cultura es todo lo creado, así que no tiene nada que ver con la creatividad.»
Tomás Llorens (1990) [Entrevista]. En: Sindicalismo y cultura: una aproximación necesaria. Madrid. Fundación Largo Caballero. p. 103-104
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